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Desmitificando el color de la infusión: sobre la intensidad y calidad.
Uno de los mitos más comunes en torno al té y las infusiones es la creencia de que el color oscuro es sinónimo de una bebida más intensa y de mayor calidad. Sin embargo, esta percepción no siempre refleja la realidad.
En este artículo, vamos a deribar los mitos con la relación entre el color y la intensidad de las infusiones; y te ayudaremos a evaluarlas de manera más objetiva.
1. Cada tipo de Té tiene su propio color natural
El color de una infusión depende, en gran medida, del tipo de té o hierba que se utilice. Los tés blancos y verdes, por ejemplo, suelen tener tonalidades claras, pero eso no significa que sean débiles en sabor o propiedades. Por otro lado, los tés negros y pu-erh, que pasan por procesos de oxidación o fermentación, tienden a ser más oscuros, pero no necesariamente más intensos en términos de sabor.
2. El color no define el sabor
Los compuestos que le dan color a una infusión, como los taninos, no siempre están relacionados con su intensidad de sabor. Algunas infusiones claras pueden ser sorprendentemente ricas y complejas en el paladar. Es importante recordar que el color es solo uno de los muchos factores a considerar al evaluar una infusión.
3. El tiempo y la temperatura influyen en el color
Una infusión prolongada o hecha a una temperatura más alta puede resultar en un color más oscuro, pero esto no necesariamente mejora el sabor. De hecho, un tiempo de infusión excesivo puede hacer que la bebida pierda matices importantes, generando un perfil de sabor plano o amargo. Por eso, la clave está en encontrar el equilibrio ideal en el tiempo de preparación.
4. Las infusiones claras pueden ser profundas
Infusiones como la manzanilla, el rooibos o el té verde suelen tener colores claros y brillantes, pero ofrecen una gama de sabores y propiedades que van más allá de lo visual. Evaluar la intensidad de una infusión solo por su color puede llevar a conclusiones erróneas.
5. Una evaluación objetiva involucra todos los sentidos
Para apreciar verdaderamente una infusión, es esencial evaluarla con todos los sentidos. Más allá del color, el aroma, la textura, el sabor y el retrogusto juegan un papel crucial en la experiencia completa. De esta forma, podemos evitar prejuicios visuales y enfocarnos en lo que realmente importa: el perfil de sabor y la calidad general de la bebida.
En resumen, no te dejes engañar por el color de una infusión. La verdadera riqueza de una infusión reside en su sabor, aroma y experiencia sensorial, no en lo oscuro o claro que sea su color.